domingo, 3 de febrero de 2008

El Árbol


Una vez caminaba con mi maestro por un campo cerca de Cabo Frío.
Él decía:"¡mira allí una planta de piña!".
Y más adelante: "¡observa, una orquídea!".
Mis ojos no estaban acostumbrados al milagro de las cosas pequeñas. Todo lo queveía delante de mí era una confusión de plantas verdes, y nada más.
Poco a poco,andando con él, aprendí a educar la vista y buscar la planta que quería.
Lo mismo pasa con las Señales de Dios, la manera como Él nos ayuda a dirigirnuestras vidas.
Solo un ojo entrenado consigue verlos.
Hoy, a pesar que cometaerrores, estoy mas acostumbrado a distinguir en el escenario delante de mí lacaligrafía de Dios.
Así como la belleza de la orquídea se destaca para quiensabe que existen orquídeas, las Señales se muestran para quienes tienen elcoraje de descifrarlas.
William Blake decía: "El tonto no ve el mismo árbol que el sabio ve".
Me costóentender esto, pero acabé aprendiendo.


Paulo Coehlo

2 comentarios:

Seeker dijo...

Do you like Paulo Coelho?
I've a few books of him.
There are so many things he writes that makes us think...

xoxo

Seeker dijo...

Oh, the picture is beautiful!